miércoles, 2 de febrero de 2011

Un color...una identidad...una pasión...un amor

[Gaia - La segunda ley]

Hoy pude experimentar una frase que he escuchado muchas veces; "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde"; dice la gente, verdad? Y es que esta entrada hablará del amor, pero no del amor humano, de un amor distinto. Un amor único, inigualable, leal y siempre fiel.

Al haber pasado ya poco mas de dos semanas que abandoné todo y enrumbé a una interesante y al mismo tiempo desafiante aventura, me he dado cuenta de algo. No extraño mucho a mi ciudad. Y... si, extraño a mi familia, amigos... amigas, pero todo por ratos. Problemente deben estar pensando "pero que hijode... no extraña a nadie?"; y no esta lejos de la realidad. Debe ser que me estoy concientisando, por lo menos eso es lo que quiero creer.

Pero hay "algo" que si extraño, algo que desde finales de año cuando vi la fecha de mi partida me percaté. Cuando me enteré que viajaba la segunda semana de enero lo primero que me vino a la mente fue: "Mierda! me voy a perder la noche crema!". Y es que es "eso" lo que mas extraño en estas semanas que he pasado lejos de mi amada capital.

Se acercaban los días para mi primera mudanza, y la emoción estaba a flor de piel, casi hasta la podia cortar con un cuchillo! Despedida por aqui, despedida por aya, todo muy bonito; triste, pero bonito al fin y al cabo. Ya afincado en mi nueva ciudad adoptiva, compraba los periódicos y veía los noticiarios casi todos los días. El Comercio, Peru21? Canal N, America Noticias? Yeah Right! Depor y CMD, para qué mas? Lo único que me interesaba saber era la pretemporada del equipo de mis amores, quien se iba, quien llegaba, quien se quedaba. La expectativa por la "Noche Crema" crecía, los espectaculos y homenajes anunciados llamaban la atención al hincha algo ingrato.

Finalmente despues de comer angustia por varios días, ya instalado en el nuevo departamento, midiendo con una regla el monitor y el televisor para ver cual es mas grande; prendo la tele y la fiesta aún no comenzaba. Un par de equipuchos calentaban al aficionado y hacian reir un poco al televidente.

Llegó la hora, se apagaron las luces del templo y todo comenzó. El homenajeado, el excelso Mario Vargas Llosa, abría el programa. No voy a trascribir todo su discurso, pero si un parrafo. "Como la hinchada de la ‘U’ sabe, la ‘U’ es mucho más que un club de fútbol. Es un mito, una leyenda, una tradición, una de las más hermosas historias que ha escrito el deporte peruano. Es un mito que nos ha hecho vibrar a lo largo de los años con sus victorias, que nos ha hecho sufrir con sus derrotas y percances y nos ha hecho renacer en entusiasmo con su garra y pundonor"; solo una persona tan culta y solemne pudo describir lo que cada uno de nosotros, hinchas de Universitario siente al ver ese hermoso color flamear en cualquier estadio. Las lagrimas de alegría y orgullo brotaron; que no me quede duda, que si hubiera tenido la dichosa oportunidad de asistir, tambien hubiera llorado. La ceremonia transcurrió y el partido tambien, en cierto momento, escuchó a la incansable Trinchera Norte corear uno de sus himnos mas conocidos de guerra. Nuevamente y llamenme lo que quieran, las lagrimas corrieron y corrieron. Lagrimas que traian muchos recuerdos, las mismas lagrimas que se derramaron en estadio nacional por el 1997 cuando por primera vez pise esa tribuna, lagrimas que se ahogaron en gritos de frustación por mucho tiempo, y gritos de gloria en el 98,99 y 2000, 2002, 2008 y 2009. Lagrimas que me transportaban nuevamente a aquella tarde donde en 10 minutos le dimos vuelta a un marcador adverso y al clasico rival, cuando ya no me quedaba voz, lo unico que salieron de mi fueron estas mismas lagrimas, que ahora marcan una distancia física pero nunca emocional.

"Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde" , o en mi caso "hasta que lo tiene lo suficientemente lejos que no lo puede ver. Espero con ansias ver a mi equipo jugar en compentencias oficiales, verlo por televisión y si se puede ir al estadio cuando me visite . Pero lo que espero con mas ansias, es reencontrarme con la gente, el ambiente, lo que los que amamos este deporte decimos "olor a futbol". Viendo en la soledad de mi departamento un partido amistoso, pude corear las canciones de la gran trinchera norte, imaginense cuando este con ellos de vuelta.

Quizas sea un tonto, un ingenuo, y que se yo. Pero hay sentimientos muy lindos en el mundo, el amor de familia, de amistad de pareja; pero creo que ninguno es tan fuerte como el de un verdadero hincha con su equipo de futbol. Y mucho más si ese equipo ...se llama la U.