lunes, 17 de agosto de 2009

...o me equivoco?

¿Por qué regresar a escribir a pesar de que estoy hundido en trabajo y casi sin tiempo para respirar? ¿Por qué? Porque en menos de un mes me han pasado distintas anecdotas que me veo obligado a escribir y relatar de tal forma que la paz de mi ser no se vea alterada por la ira que me provocan las mismas, ya que la otra forma lógica de descargar dicha ira sería disparar a un grupo de personas que probablemente no me hayan hecho nada. Como aún no quiero terminar en la carcel ni tampoco en un instituto mental (por lo menos no por un crimen de tal magnitud y tan poco planeado); es aqui donde desataré esta ira y haré una oda a esta gris, populosa y horrenda ciudad en la que vivimos mas de siete millones de peruanos. Ciudad que nos da alegrias aunque creo que muchas mas tristezas pero sobre todo anecdotas...
Comenzemos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario